El Manchester City no podía resbalar de nuevo ante otro grande. La última derrota en Anfield ante el Liverpool no les permitía ningún desliz más si querían seguir luchando por el titulo de la Premier.
El Chelsea saltó sin complejos al Etihad. Lampard ha dotado a sus niños de una frescura e inocencia que no les pesa en ningún escenario y complicaron bastante al equipo de Guardiola. Comenzaron mandando y penalizando la salida de balón ‘celeste’. Cada contra ‘blues’ golpeaba como un martillo el área de un Ederson que regresó al once tras su lesión.
El gol de los Blues era cuestión de tiempo y fue obra de Kanté que en el mano a mano define como delantero. El medio francés ha añadido los goles a su catálogo de funciones de corte y confección. Ya son tres esta temporada en Premier.
El City la pasaba mal pero De Bruyne y Mahrez se inventaron la remontada del conjunto de Guardiola. El belga cogió el balón en la frontal del área, recortó a Jorginho y batió a Kepa de un tiro que rozó en un defensa y despistó al español. Y el argelino agarró el cuero en la derecha y tras un eslalon con el esférico pegado a la zurda lanzó un latigazo a la red. Un golazo.
Los ‘citizens’ levantaron el tanto de Kanté antes del descanso y apretaron para ampliar su ventaja en la segunda mitad. Kepa les privó de hacerlo, Agüero se marchó lesionado en la ingle y Ederson tuvo que aparecer al final para evitar que el triunfo se escapara. Mount casi hace el 2-2 de falta en el último suspiro.
Los niños ricos de Guardiola se aferran a la lucha por la Premier más por talento natural que por un esquema de juego que cada vez se ve más oxidado. ¿Es hora de que la fiebre de cambio de DTs llegue al City?. Haría falta un partido escandaloso como el 4×0 que le dio el Madrid cuando dirigía al Bayern Munich.