Una de las razones por las cuales no son certeros los análisis decembrinos cuando recién sortean las llaves de octavos de final es, precisamente, la cantidad de tiempo que separa el anuncio del encuentro. Son un par de meses donde todo puede cambiar.
Lo curioso de la llave entre Atlético de Madrid y Liverpool es que en esos dos meses las cosas siguieron casi igual. Los españoles habían mejorado ligeramente y los ingleses, por la cantidad/calidad de competencias (los meses más rudos del calendario en las islas), habían desmejorado un poco; no estaban siendo tan letales.
Aún así, la distancia entre ambos era bastante grande. O parecía ser bastante grande… con ventaja para los Reds.
Pero Diego Simeone, El Cholo, lo logró una vez más.
Un planteamiento típico para una reacción atípica
Podríamos decir que, además de eliminarlo de Champions League (¡en octavos de final!), Simeone hizo que Klopp mostrase una reacción atípica del alemán en sus declaraciones post partido.
Sí, Jürgen hablo de “jugar bien” y de “no entender” lo que buscaba el Atlético de Madrid.
Y pareciese ser lo común en Europa, ¿no? Todos conocen al Atlético del Cholo; todos saben a qué juegan y cómo lo pueden desarrollar en los partidos. Pero casi ninguno le da mérito alguno a aquel estilo tras ser eliminado.
Al final, es eso: un estilo. Y todos son válidos. Simeone dice que juega a ganar… y vaya que sí.
Sacando un triunfo clave (1-0) en la ida en Madrid, el Atlético supo sufrir hoy en 90 minutos donde tras un 1-0 en contra forzaron el tiempo extra. Allí, era esperable un gol del Liverpool. De hecho, llegó: Firmino marcó el 2-0.
Pero… la dirección de campo del Cholo. Marcos Llorente con dos goles lo cambió todo. Y encima quedó espacio para un tercero que selló -aún más- la serie.
El campeón actual se fue en la primera ronda de eliminación directa.
Aunque, más allá de “extrañar” al Liverpool, se tendrá miedo de un viejo/nuevo conocido de las noches mágicas europeas y su estilo tan peculiar, pero efectivo.
… si es que el Coronavirus no acaba con todo antes, eh.