Es claro que el Liverpool es el equipo del presente aún tras quedar eliminados de la Champions League. Son los últimos campeones de Europa y sacan 25 puntos de ventaja en la Premier League, pero en cuestiones de fichajes un Chelsea sin sanciones sigue siendo más atractivo que los Reds.
Por ejemplo parecía que Timo Werner iba a jugar en el Liverpool. Sin embargo, el delantero alemán, con el que tantas veces habló Klopp para asegurarse de que llegara a Anfield, habría llegado a un acuerdo con el Chelsea, que en las últimas semanas intensificó al máximo las negociaciones dieron una clara muestra de que los petrodólares aún valen.
Según los rumores el RB Leipzig y el Chelsea llegaron a un acuerdo por 60 millones de euros. Mientras que el futbolista será uno de los mejores pagos del plantel: contrato de cinco temporadas y 10 millones de euros por cada una de ellas. Mucho más de lo que puede ofrecer un humilde Liverpool.
Tan cerrado está el acuerdo que con el dinero de su traspaso, el RB Leipzig fichará a Rashica, cuya cláusula sería de 38M si se mantiene en la Bundesliga el Werder Bremen y de 15M en caso de descenso.
El factor clave para esta decisión de Werner habría sido el llamado de Frank Lampard, que terminó de convencer al delantero. El trabajo de Frank Lampard con el Chelsea también es de gran nivel, con una tropa de niños pubertos y sin poder fichar a ningún jugador se encuentra cuarto en la Premier y tiene casi asegurado su puesto en Champions League.
Es claro que Lampard sabe como motivar a los jóvenes y sacar el mejor rendimiento de ellos, sumado a la gran chequera Román Abramóvich, Timo Werner prefirió tomar la pastilla azul en vez de la roja apostando por un futuro mejor para su persona.