El Villarreal era un rival complicado para el Barcelona que en el papel podría definir la liga por muchos motivos. Primero el Villarreal no había perdido desde la vuelta del parón y están en la lucha por la cuarta plaza con el Sevilla que unas jornadas pasadas ya le había quitado puntos a los culés. Después, por el aspecto anímico. Los de Setién confiaban en un pinchazo del Real Madrid en Bilbao por la mañana para recortar puntos al líder pero el 0-1 fue un mazazo difícil de asimilar mentalmente.
Sin embargo, nada impidió que los azulgranas realizaran un buen partido dejando claro que van a luchar por el título liguero hasta que los números digan lo contrario. Y que nadie olvide que la Champions sigue por ahí esperando para dentro de un mes. Sería la mejor forma de salvar la temporada teniendo en cuenta que no habrá partidos de vuelta que les permitan a sus rivales hacer remontadas épicas como la de Roma o Anfield.
El Barcelona jugó con una soltura desconocida hasta el momento y sólo tardaron tres minutos en adelantarse en el marcador. Una jugada de Jordi Alba por banda acabó con autogol de Pau Torres cuando ya se disponía Griezmann a rematar de tacón.
El Villarreal se vio sorprendido por el juego de toque rival, pero aún así se repuso pronto en una rápida contra que acabó con un remate de Cazorla que desvió Ter Stegen antes de que Gerard Moreno empatara tras recoger el rechace del meta. El Barcelona se olvidó de todos sus fantasmas y seis minutos después se volvió a adelantar en el marcador gracias a un golazo de Luis Suárez que culminó una gran jugada de Messi con asistencia de lujo. 1-2 para el Barcelona.
A los 45 minutos del primer tiempo con un Villareal afectado por la lesión de Paco Alcácer llegó el gol de Griezmann con una gran vaselina tras dejada de Messi. Golazo del francés para acabar con todos los rumores que ya lo comparaban con Coutinho y hacían llorar a su padre, al francés aún le queda mucho que demostrar pero necesitaba un partido así y mucho más un gol de esta calidad.
En el segundo tiempo con todo definido el Villareal y el Barcelona realizaron sus 5 cambios, pero había un jugador que tenía algo que decir antes del final, era el chico de 17 años que había sentado a Griezmann el partido pasado. Ansu Fati marcó el 1-4 después de una buena acción por banda que acabó con un derechazo que sorprendió a Asenjo.
El Barcelona ganó y se gustó por primera vez en mucho tiempo, un partido que ya los hace soñar con la Champions.