El PSG sigue sin gustar en Europa, un equipo que en los últimos tres juegos ha metido 16 goles. No puede hacer notar su poderío con los grandes de Europa.
En las noches de Champions el PSG ve la oportunidad de comparar su talento con rivales de categoría que no encuentra en su liga, pero le pasa factura porque el experimento multimillonario sigue mostrando la falta de rodaje. Perdió contra el Liverpool en Anfield y en el Parque de los Príncipes contra el Nápoles remontó dos veces y se salvó en el último suspiro.
El juego comenzó con un PSG que salió a comerse el mundo y seguir con su racha de goleadas, como se había comido al Estrella Roja en su último duelo europeo. Mbappé dejó un toque de calidad apenas al minuto 2 y ni Neymar ni Cavani, que se odian pero no quieren aceptarlo, pudieron rematarlo a gol. El Napoli al pasar los minutos se acomodó en el campo y pudo domar a la fiera que sólo duro 20 minutos, con un gigante Allan Imperial que puso orden y con el orden llegaría el gol de Insigne al minuto 29.
El segundo tiempo fue igual al primero un PSG drogado que buscaba el gol como Mcgregor las palizas, pero que esta vez sí lo conseguiría de las botas del contrario. Mario Rui en propia puerta luego de un centro de Meunier pondría el 1-1 momentáneo. Sin embargo, igual que en la primera parte el dominio francés solo duraría 20 minutos y al 77 el Napoli pasaría adelante con el gol de Mertens.
A diferencia de Mcgregor el PSG si tiene un ángel guardián que le cuida la cara, el argentino Ángel Di Maria mostró sangre fría cuando todo apuntaba a que los italianos iban a llevarse los tres puntos de París y con un tiro perfectamente colocado salvó a su equipo de sumar su segunda derrota en la competición y los deja aún con posibilidades de clasificar a 8vos.