Jürgen Klopp sustituyó en octubre del 2015 a Brendan Rodgers que había convertido al club en un equipo de mitad de tabla, el Liverpool deambulaba en la octava posición liguera y no tenía un equipo para soñar con hacer algo distinto. Klopp se presentó con la ya famosa frase “Soy ‘the normal one”, diferenciándose de Mourinho y su ‘Special One’ su carisma ya hacía ver que era un técnico diferente, pero que no iba a ser nada fácil su camino a los títulos.
En su primera temporada con un 11 que todavía estaba Coutinho, Klopp solo pudo mantener la 8va posición, seguía siendo un equipo mediocre con mucho trabajo por delante. Había que hacer una revolución completa con ese primer once que tenía a varios jugadores titulares que hoy son suplentes como Origi, Lallana y Milner.
Dos cuarto puestos en la 2016-17 y 2017-18 hacían ver que el proyecto de Klopp iba creciendo, aunque los títulos seguían resistiéndose. La final de Europa League perdida contra el Sevilla en 2016 y la de Champions en 2018 ante el Real Madrid hacían soñar, pero faltaba la guinda del pastel de un equipo que estaba cada vez más motivado.
El cuarto año fue el vencido cuando su juego frenético que mostraba el Liverpool sobre el terreno de juego se convirtió en títulos para la vitrina de Anfield que pasó tanto tiempo sin agregar nada. Y no fueron pequeñeces el primero: La Champions 2019 ganada en el Wanda Metropolitano al Tottenham fue el primer trofeo que alzó Klopp como técnico red y le siguieron la Supercopa de Europa y el primer Mundial conquistado por el club, el pasado diciembre.
Ahora, también bajo su mandato, llega la primera Premier League para el Liverpool, conquistada tras un año en el que los 97 puntos no fueron suficientes para superar al City de Guardiola. “Queremos crear nuestra propia historia en el Liverpool”, afirmó en su día el técnico alemán.