Kylian Mbappé ha declarado que quiere seguir una temporada más en el PSG, con el objetivo de hacer más grande y más poderoso al conjunto parisino, en un gesto que no ha sorprendido a nadie, hasta los fanáticos saben que el próximo es el año de Hazard y no del francés.
Mbappé tiene sobre la mesa una permanente oferta de renovación de contrato del equipo francés. El delantero sabe que dentro de un año, y con tan solo una temporada más de contrato por delante, será el momento en el que pueda escaparse de la cárcel de oro y presionar a los dirigentes del PSG para lograr el ansiado traspaso al Real Madrid.
Por el Bernabéu tienen claro que este verano no iba a suceder nada ni con el francés ni con otros fichajes que tenían en mente. La crisis sanitaria ha derivado en una complicada situación económica y los juegos sin público no ayudan en nada. El Real Madrid no escapa a la crisis financiera mundial y por el momento no planea iniciar ninguna operación de esas que a Florentino Pérez le encanta hacer cada verano rompiendo el mercado. La prioridad ahora es vender.
Lo que espera el club blanco es que Mbappé resista y no se deje enamorar por los barrotes de oros y comodidades que le pueda ofrecer Nasser Al-Khelaïfi durante el año para la mejora de su contrato. El panorama en 12 meses será muy diferente y puede ser el momento de empezar a plantearse de una manera seria y con posibilidades, una operación alrededor del delantero del PSG.
Mbappé afirma querer títulos y sabe que en el único desafío que le falta por cumplir en el PSG es la Champions, competición que está a tres partidos de poder ganarla pero con equipos muchos más en forma que el suyo.