Luego de perder el último partido frente el Leganés había 2 cosas claras:
- Messi no puede jugar todas las posiciones.
- Valverde no puede hacer rotaciones sin causar un desastre.
Las rotaciones esta temporada son una prioridad para Valverde, que el año pasado no pudo cerrar la campaña de la mejor forma por el estado físico de sus jugadores. El sábado le tocaba descanso a Lionel Messi y a Sergio Busquest para enfrentar a un siempre complicado Athletic de Bilbao que no gana en el Camp Nou desde 2001, pero esta vez estaría muy cerca.
La presión alta del Athletic con un marcaje asfixiante al hombre funcionó de inicio y los azulgranas no se mostraron cómodos sobre el campo, con Messi en el banquillo el más peligroso era Luis Suárez, que se mostro activo en el frente de ataque y tuvo su oportunidad a fallar un mano a mano frente a Unai Simón.
En el minuto 40 el Athletic se puso por delante, De Marcos habilitado por un perdido Piqué, remataria un centro de Susaeta para terminar la primera mitad con el tanto que significaba la victoria momentánea del Bilbao.
Valverde no tardaría mucho en meter a Messi y a Busquest al campo, sólo 2 minutos luego de haber iniciado el segundo tiempo. El Athletic se echaría atrás para aguantar las envestidas de un Messi descansado, que primero avisaría con un tiro al poste y luego le sacarían un tiro libre desde la raya de gol. El Barcelona veía pasar el tiempo y no encontraba el empate, a falta de 10 minutos entraría al campo Munir para poner el 1 a 1 tras una gran jugada de Leo Messi.
Con este, ya serian tres los partidos seguidos que lleva el Barcelona sin ganar, no sé si “crisis” es la palabra pero el cuadro de Valverde no funciona y el miércoles le toca enfrentar a un peligroso y necesitado Tottenham por la Champions League.