Imagina que Neymar te diga: “eres un crack”.
Sí, muy pocos se pueden dar ese lujo. Lucas Paquetá es uno de ellos, y su llegada al AC Milan está muy lejos de ser casualidad, más allá de los que han sido los últimos años del club.
Surgiendo en el Flamengo, este volante brasileño ha tenido un paso fugaz por la primera división de su país. Tan solo dos años bastaron para llegar a un grande de Europa.
Y en rol de titular, cabe resaltar. Desde el primer día ha aportado al esquema.
Sin embargo, el proyecto de Paquetá comienza mucho antes que su incursión en el primer equipo del Flamengo en el 2017.
Formó parte del pasado Sudamericano Sub-20 en el 2017. Sus actuaciones en la “Copinha” y distintas competiciones inferiores en Brasil lo hacían un conocido.
No obstante, aquel torneo en Ecuador fue su presentación al mundo.
Tenía habilidad técnica, pero no la mejor toma de decisiones. Ergo; abusaba de individualidades y provocaba duelos innecesarios donde muchas veces perdía el balón.
En otras, lograba superar al adversario, pero no aportaba nada al juego colectivo.
Desde entonces, muchas cosas han cambiado. El rodaje de Paquetá por el Brasileirao, además de las actuaciones en copas internacionales, lo han potenciado como un volante mixto.
Sus primeros días en Italia lo están confirmando: tiene la madurez para jugar en el centro del campo.
Lo del “enganche” rebelde ya son cosas del pasado.
Lo mejor de todo es que conserva esa irreverencia en su juego y la combina con un entendimiento del contexto impresionante. Las malas decisiones no son comunes; siguen existiendo los lujos, pero ahora mucho mejor pensados.
Y cuando un brasileño alcanza esta madurez, solo queda disfrutar.
O rezar, si perteneces o simpatizas con el equipo contrario.
A sus virtudes, se le agrega el “plus” de que es zurdo y tan solo tiene 21 años. Ya juega en el Milan, ha mostrado detalles para ser titular e incluso ha debutado con la selección mayor de Brasil.
Amigos, conozcámoslo. Luego hablaremos mucho de él.