“El Boca de Alfaro no juega a nada” es una frase que ha ido mutando a “El Boca de Alfaro es sumamente defensivo” sin notar que, ese mismo Boca de Alfaro, se presenta como el más duro que ha enfrentado el River de Gallardo en los últimos años.
Hay una clara diferencia entre jugar lindo y jugar bien, siendo infinitamente más importante la segunda. El objetivo del Xeneize, claramente, está en busca de ella. Y podríamos decir que hasta lo está consiguiendo.
Después de todo, si ganas y consigues las metas propuestas, vale la pena, ¿no?
Repliegue bajo: el fuerte de Boca y la kriptonita de River
Boca enfrentará a River tal y como lo hizo en la Superliga Argentina hace un par de fechas, aunque con un par de cartas bajo la manga (lo lógico, eh). Es decir, replegando bajo con las líneas compactas y en busca de transiciones rápidas (contraataques) para hacer daño.
¿Por qué Boca -ahora- juega así? Pues, sencillamente el equipo no ha conseguido ser dominante a través de la tenencia del balón y las ideas propositivas. No se siente cómodo y, por ende, tampoco competitivo. El orden defensivo, entonces, ha sido la prioridad. Y ha servido.
Ah, pero… ¿ya mencionamos lo complicado que esto le es a River?
River Plate, desde que llegó Gallardo, ha tenido pocos puntos débiles. Incluso cuesta reconocerlos. Pero los repliegues bajos, en la actualidad, son ese “pero”. El Millonario sufre sin espacios.
Básicamente, Boca hará el partido que les conviene y encima le cuesta a River. Not bad.
Contrario al año pasado, los azules y dorados tienen serias posibilidades de ganar. Quizá un poco menos que su clásico rival, pero muchas más de las que tuvieron aquella noche en Madrid. Aunque no está Benedetto, y aún no se ha conseguido aquel que rellene ese espacio.
A su vez, recuperarán a De Rossi y Salvio, quienes lucen como piezas importantes de cara al desarrollo de la serie. El aporte del italiano podría ser verdaderamente necesario ahora.
De Rossi llegó para contextos como este. Boca se reforzó para ganar series como estas. Y Alfaro está haciendo todo lo posible por cumplir los objetivos.
Defensivos, sí, pero funcionales. Así jugarán.