¿Es bueno lo que ha hecho? ¿Están mal sus sequías? ¿Es lo que necesita el Barcelona?
Alrededor del delantero uruguayo, siempre han existido muchas interrogantes. La mayoría nace a partir de la incertidumbre que ha caracterizado al Barcelona los últimos años, y se agrava en cada sequía goleadora del propio Luis.
Lo primero que hay que entender son las cualidades del jugador: es un goleador.
Pese a que ha cuajado bien la “idea” de juego, lo de él es finalizar. No se le verá haciendo una función como Karim Benzema, por ejemplo. Eso no es lo suyo.
Ahora, como goleador, su principal tarea es hacer goles. No los hace, hay preocupación. Es normal y muy lógico.
¿Por qué llega al Camp Nou?
Esa es una pregunta clave para hablar de él. El Barça necesitaba goles, a él se le caían jugando en Liverpool. Pero, además, hay otra cosa…
Las necesidades e intenciones de la entidad blaugrana comenzaban a cambiar. Su traspaso lo confirmó.
No estaba siendo del todo priorizado el juego, el “cómo”.
Goles, resultados, necesidades inmediatas. Eso podría ofrecer el Uruguayo en tiempo récord… Al menos después de afrontar la sanción por morder a Chiellini.
Luis Suárez es un pilar en Barcelona, pero en el nuevo Barcelona. En el mejor equipo, probablemente no hubiese encontrado un lugar como titular.
Las exigencias eran otras, no era solo marcar. De hecho, no estaba ni cerca de serlo.
Y, al final, el goleador siempre estaba llamado a ser Lionel Messi. Porque es muy bueno en esta faceta, sí, y porque sería quien vendiese más.
Las ventas, nuevamente, teniendo incidencia. Nosotros solo lo recordamos.
¿Cómo entender a Suárez? Aún no, responde primero ¿cómo entender a este Barcelona?
Alguno que luce casi imposible…
No se comprenderá del todo una figura individual sin evaluar el contexto. Esto se aplica aquí, en el fútbol, e incluso en cada aspecto de la vida.