El danés Christian Eriksen contó cómo ha vivido la cuarentena desde que llegó al Inter de Milán procedente del Tottenham, donde confesó entrenar en un sótano de las instalaciones del equipo italiano y calificó como “pesadilla personal” su arribo a Italia.
“He estado corriendo por el sótano del estacionamiento y calculé que podía correr 35 metros, luego tenía que girar y correr 35 metros hacia atrás”, dijo para el Daily Mail y les confesó que ha vivido en la casa club del equipo debido a que no encontró residencia. Y como ven, no todos los futbolistas viven en mansiones, o en hoteles 5 estrellas como lo hace Ronaldinho en este momento.
“Pensé en hablar con Romelu Lukaku y Ashley Young, pero ya tenían familias que cuidar, y 14 días durmiendo en el sofá de alguien es demasiado tiempo. Al final, terminé quedándome en las instalaciones del club con un chef y cinco miembros del personal que optaron por ponerse en cuarentena para proteger a sus familias”, dijo para The Sun. Y bueno aunque sea no faltó quien le cocinara al danés, pero por otro lado que falta de apoyo de sus compañeros de equipo, aunque tengan una “buena” excusa en la cuarentena, así como del mismo club que no le ayudó en su problema de hospedaje.
Además, por si fuera poco, Eriksen tuvo un capítulo amargo con la policía de la ciudad, quien lo detuvo por salir de compras a un supermercado, por lo que tuvo que explicar “en mi italiano bastante malo a dónde iba y por qué estaba fuera de la casa”. El danés debe estar arrepentido de haber dejado el Tottenham a pesar de dejar a Mourinho atrás, ya que en Italia la pasa mal tanto dentro como fuera de la cancha, donde tampoco ha visto muchos minutos, ni ha rendido como se esperaba de él.