El histórico de la Major League Soccer, Josef Martínez, está experimentando una nueva función en el Atlanta United tras la salida de Miguel Almirón. Aunque aclaramos, nueva para la liga, no para él.
Al perder su socio (¡y qué socio!) y no encontrar en el “Pity” Martínez u otro jugador del plantel roles similares, ha tenido que optar por ser más participativo en la dinámica de la jugada; más activo y más inteligente.
Podríamos decir que incluso Josef ha mejorado. Se ha vuelto más integral; sigue siendo el “9” que creó Martino, pero ahora recuerda a esos pasajes europeos en el Torino cuando gravitaba como segunda punta.
Entonces… ¿Esto influye positivamente en su futuro? Veamos.
Un “9” más completo
Los futbolistas no deben catalogarse como “buenos” o “malos”, sino como útiles o inútiles (en sentido figurado, eh) con respecto a una determinada idea de juego. Dicho esto, que Josef Martínez esté siendo más completo lo hace ser más “adaptable” o útil a una mayor cantidad de ideas.
En conclusión, sí. Esta temporada, aunque menos espectacular, probablemente influya positivamente en su carrera. Y eso aumentará el ya existente interés europeo.
Aunque hablamos de 18 goles en una campaña que aún no termina, de todas formas…
Simplemente, esto podría ser un “plus”, uno grande, a sus criterios. Se ha vuelto más “jugador” que “goleador” sin perder ese olfato que lo hace batir las redes cada semana.
¿Delantero moderno? Quizá no.
¿Mediapunta reconvertido? … Y otro gran acierto en la carrera del “Tata” Martino.
¿Podría Josef ir a Europa?
Ambas versiones vistas en la MLS podrían ir a Europa. Sin embargo, no a los mismos destinos. La versión actual, más inteligente y letal en zona de finalización, lo hacen un jugador más interesante.
No hablamos de la élite… Aunque todo puede pasar. Pero sí de un equipo que dispute Champions o Europa League.
¿Ligas? Él conoce Italia y, por su ritmo de juego, España podría venir de maravilla.
El único “pero” europeo podría ser el sueldo de Josef, por encima del precio de su ficha que no está ni cerca de ser costosa. Un jugador que gana un millón de dólares no es fácil de contratar.
Pero a este ritmo, alguien lo hará. Y estaremos expectantes para ese momento.