Brasil y Venezuela, para algunos de manera sorpresiva, igualaron sin goles en el Arena Fonta Nova.
En un partido donde los dirigidos por Tite dominaron y propusieron (casi) los 90 minutos, el repliegue venezolano aunado a la carencia de ideas brasileñas (y una presencia importante del VAR), dio como resultado un empate sin goles, que para una selección es un gran acierto y la otra lo ve como lo anterior a un fracaso.
Todo tiene explicación. Y aquí, como ya es costumbre, hablaremos del partido en 3 claves:
El repliegue de Venezuela
Pese a no ser el factor con mayor incidencia, es la base para hablar del Brasil – Venezuela. Por más errático que hubiese sido el día de Brasil, con una presentación floja de la Vinotinto en defensa, el encuentro acababa en goleada.
Y la muestra fue el debut ante Bolivia. Cuando los bolivianos flaquearon, los otros anotaron.
El repliegue de los dirigidos por Dudamel, más allá del desgaste físico y la buena coordinación entre líneas, tuvo un nombre: Yordan Osorio, posiblemente el mejor central que ha tenido Venezuela.
No obstante, su compañero de zaga, Mikel Villanueva también ganó su mención especial. La defensa de Venezuela brilló.
El (no) factor sorpresa de Brasil
Brasil carece de punch. Y cada minuto que transcurría en Salvador de Bahía, era una muestra de lo importante que es Neymar para esta selección, pues su falta es tétrica.
Nadie sabe lo que tiene, hasta que lo pierde.
En ataque posicional, la Canarinha no está encontrando opciones; fútbol. Se han encontrado con dos defensas herméticas y no han tenido la llave para abrirlas. ¡Brasil está sufriendo no tener un jugador desequilibrante!
Y Vinicius (como Malcom) no está en la convocatoria. Algo bastante extraño. Casi imposible de entender.
La dirección de campo de Dudamel
El empate obtenido es producto de una buena dirección de campo por parte de Rafael Dudamel. Cambios a tiempo, basculaciones, marcas personales, sacrificios…
Todo tiene mención acá, incluyendo los factores que traspasan la línea lateral.
Cambiar el esquema sobre los últimos minutos (del 4-3-3 al 4-2-3-1) y luego volver al inicial tras poco minutos, habla de experimentos durante el partido, un entrenador que conoce a su equipo y mucha sabiduría para recular tras una decisión errónea.
Venezuela hizo uno de los mejores partidos/trabajos en la era Dudamel.