Lo mejor del superclásico argentino del domingo son las opiniones post partido, el juego fue fastidioso, frío, aburrido, trabado, sin creatividad y con escasas ocasiones de gol. Pero deja algo de qué hablar y es que cuando los grandes juegan todos opinan porque es gratis.
Norberto Alonso, ídolo emblemático de River y acostumbrado a no tener compasión en cuanto a las declaraciones, apuntó fuertemente contra Boca luego del empate 0-0 en el Superclásico disputado en el Monumental poniendo en duda la grandeza de Boca.
“El entrenador está para ser técnico de Boca. Con la formación te das cuenta, que pone a (Jan) Hurtado para que aguante todas las pelotas. Si pongo a Hurtado, que venga un volante para acompañar, buscar un rebote y llegar al área contraria”, opinó.
“La postal del partido fue (Marcelo) Weigandt abrazándose con (Nicolás) Capaldo como si hubiera ganado la copa del mundo. Dios mío… por favor. Por más que me digan que son pibes hay que enseñarles. Si Boca realmente es un equipo grande, ¿no?”. Y cerró sus declaraciones, sobre porque River no pudo ganar: “Es la pregunta que nos hacemos. Un partido puede andar mal. Es el mejor equipo de Sudamérica”. Humilde la gallinita.
Por otro lado tenemos a Pablo Álvarez, protagonista de las semifinales de la Copa Libertadores 2004 entre Boca y River, se hizo presente en el último Superclásico disputado en el Monumental y fue picante con sus declaraciones.
“Dicen que había 70.000 personas, pero yo estaba en la platea y no sentía nada. Eso sí, sentía frío, mucho frío. No sé si era la noche o qué… Yo sentía frío en esa tribuna”. Completó sus declaraciones dando su opinión sobre el entrenador, Gustavo Alfaro: “Lo conozco desde hace mucho y me parece un entrenador muy inteligente, planteó un partido en el que River tampoco pudo tener situaciones claras, creo que le salió muy bien”.