Luego de la ausencia por 5 años del Olympique de Marsella en Champions League y media temporada más por la pandemia, el equipo actual de Benedetto regresa a la máxima competición europea de la mano de los goles del argentino.
Darío Benedetto en su primera temporada en Francia se afirmó como el máximo goleador del equipo. De esta manera, el campeón de la Copa de Europa en la temporada 1992-1993 refrendó con el cierre de la Ligue 1 su objetivo de la temporada.
Fácilmente se podría decir que el Marsella ganó la liga de los mortales, solo los superó el PSG que bueno, en Francia es como un dios bañado en oro. El Marsella sacó seis puntos sobre le tercero y siete sobre el cuarto que hacían presagiar que los de Rudi García acabarían volviendo a la Liga de Campeones incluso habiendo terminado los diez partidos que faltaban para finalizar la competición que fue suspendida por el poder ejecutivo.
El lado positivo en lo deportivo, aparte de su clasificación para la máxima competición europea, ha sido el acierto en contratar a Darío Benedetto, erigido en el goleador absoluto de los marselleses con sus 11 tantos, dos más que Dimitri Payet.
El lado negativo es que el Olympique debe tanto dinero como Argentina. Sus cuentas están bajo vigilancia de la UEFA, una deuda de 90 millones que la misma UEFA le exigió rebajar a 30 millones en 2020 y obtener beneficios ya en 2021, algo que en la actual situación parece imposible.
De esquivar el problema económico y jugar la Champions, las garantías deportivas del OM para afrontar tan exigente competición no son altas, ya que se espera que alguno de sus principales valores en el mercado puedan ser traspasados. El equipo en el que milita el español Álvaro González podría deshacerse de Caleta-Car, Sanson o Sarr, jugadores claves en el éxito deportivo de esta temporada.