Se fue Arséne Wenger, pero no se llevó todo lo que dio al club.
Unai Emery fue el encargado de tomar las riendas de los Gunners tras la partida de Arsenio. Un técnico maravilloso, de gran etapa en Sevilla, pero que no había tenido sus mejores años en Paris.
Y no, los títulos de liga ya no son suficientes para el PSG.
Ah, y no los ganó todos.
Tras pasar el ecuador de la Premier League, las sensaciones son realmente buenas con el Arsenal. El equipo muestra ideas de juego, ha puntuado en compromisos importantes y cada partido se nota más complementaria la dupla Aubameyang-Lacazette.
Además, actuaciones magistrales de Lucas Torreira dan un toque a todo. La garra charrúa.
Buenos fichajes, buen fútbol, victorias, puntos…
¿Puede el Arsenal pensar en títulos este año? Excluyendo la Europa League, no.
Lo del Arsenal va más allá del fútbol, es la historia del club. La esencia. A pesar de estar protagonizando una temporada más que aceptable, no han podido ocultar algún ridículo o improvisación en algún partido.
Los de Londres son un club destinado a tener malos días, y alternarlos con los demás.
Quizá, el gran culpable no era Arséne estos años (teniendo en cuenta que en sus mejores momentos dio una liga invicto y finales de Champions). Probablemente sea la historia.
Aunque el francés significa una gran parte de la historia del club.
Lo cierto es que los del Emirates parecen estar malditos. Lo dije, más allá del fútbol.
Destinados a no ganar ningún título importante los próximos años, aunque teniendo en cuenta la sequía actual, hasta el título de pretemporada es bien visto por los dirigentes.
No han fichado mal, incluso, pero… Es el Arsenal. Y esa es la explicación a todo. Son ellos.
Simplemente, no son ganadores. El pasado nunca miente, nosotros tampoco.
Emery, podrás hacer un gran trabajo. Pero no cambiarás la historia.