El “nuevo Ibra” (o bueno, una versión bastante lejana) ha llegado a España para un nuevo reto.
La Real Sociedad ha invertido 10 millones de euros para hacerse con los servicios de Alexander Isak, delantero que pertenecía al Borussia Dortmund y llega tras un semestre exitoso donde estuvo cedido en el Willem II de la Eredivisie.
A priori, luce como uno de los mejores fichajes en el mercado. Y un alta que responde al patrón que ha venido desarrollando el club vasco durante los últimos veranos: apostar a talentos que en unos años ya no serían accesibles.
Analicemos que se trae este delantero sueco de 19 años.
Poco dinero, mucho que ganar
Alexander Isak es un talento que pocas veces relacionaríamos con la Real Sociedad. En especial, por su margen de mejora y proyección. Es más común ver a estos clubes sacando el talento de su cantera y no adquiriéndolo.
Pero esto es el fútbol moderno y avanzado. El scouting, los proyectos y las oportunidades.
Sin embargo, sorprende en el momento que llega el sueco al equipo de Imanol Alguacil. Demos un repaso a su última temporada pasada (o semestre como profesional):
- 16 partidos disputados.
- 13 goles anotados.
- 7 asistencias.
Y pensar en este rendimiento, o uno bastante similar, ilusiona a la fanaticada de Anoeta. Esta línea de fichajes podría marcar un antes y un después en el club.
¿Cómo juega Alexander Isak?
Isak se desempeña como “9”. Se siente más cómodo como la única referencia en punta, teniendo habilidad y físico, pues mide 1.90 m, para luchar contra los centrales.
Pese a su tamaño, también tiene buena técnica con el balón. Hablamos de un delantero con múltiples recursos: fuerza, altura, regates y demás.
¿Algún aspecto a mejorar? Su toma de decisiones. Pero, 19 años… La mejora será incluso algo natural.
En la Real Sociedad podría partir como suplente, a menos que se fabrique un puesto en el XI titular a partir de la convivencia con Willian José. Será un reto personal. Y algo que deseamos ver.
Nosotros, por supuesto, estaremos ante una promesa del fútbol. Quizá no un Ibrahimovic, pero sí un tipo con bastantes recursos para convertir.
Porque de esto se trata su juego: goles, goles y goles.