Tras un inicio aplastante -ante unos saudíes terribles- en el debut, en Rusia surgen más preguntas que respuestas. Más interrogantes que certezas.
¿Realmente juega bien está selección? ¿Qué tan lejos podrá llegar?
Quizás puedan avanzar a octavos. O tal vez se queden en primera ronda. Lo único seguro es que mucho dependerá de un señor, pero de solo 22 años.
Damas y caballeros, Aleksandr Golovin.
“Ehm, bueno, sr. Putin… sí, entendido; dos asistencias y gol. Perfecto”.
¡Dos asistencias y un golazo!
El jugador del CSKA Moscú demostró por qué está llamado a ser la estrella del combinado ruso y las razones por las cuales es un talento pretendido por varios grandes del viejo continente.
Se habla de que la Juventus lo tendría atado, incluso.
Golovin es la esperanza de la anfitriona. Sin él y su dinamismo, Cherchesov tendría un serio problema.
¿El heredero de Arshavin? Mmmm…
Mejor veamos la actualidad y dejemos la nostalgia.
En un grupo que parece tener un gran favorito, como lo es Uruguay, serán Egipto y Rusia quienes se peleen a muerte esa segunda plaza que otorgue un boleto a octavos de final.
Y no, Egipto no es solo Salah. Es un 90% y ya.
Mientras, la selección de Pizzi puede conformarse con marcar un gol, ¿Eh?
Los rusos cumplieron en la primera fecha y ganaron la ilusión de toda una nación que ya no parece tan fría.
Cheryshev fue otro que se llevó varios focos. Protagonista en el triunfo.
Un jugador más recordado, además de ser una eterna promesa, por eliminar al Madrid en Copa del Rey… ¡Militando en el mismo club! Ha encontrado una nueva razón para que hablen de él.
Pero una buena. Si, sí. Pidamos un deseo.
El actual jugador del Villarreal deslumbró con un doblete, entre los que estará uno de los mejores goles de la Copa.
Le metió hasta tres dedos… Al balón y gol. Golazo.
Rusia dejó buenas sensaciones. Por lástima, Dzagoev no.
Pero así es el fútbol. Un día fracasas con Capello, al otro intentas no hacerlo con un tipo como Stanislav Cherchesov y comienzas bien.
¿Lógica? ¿Para qué?
¿Rusia? A octavos.