El Atlético de Madrid se queda fuera en los octavos de final de la copa del Rey sin perder, contra un Girona de los cojones que nunca se acomplejo. Mientras su vecino pierde pero pasa, el Atlético se queda fuera en un partido mal jugado. Hizo 3 goles y pudo haber hechos más pero concedió más de la cuenta también.
El Cholo saldría en el Wanda con un 11 ofensivo pero con sorpresas como la ausencia de Oblak, Griezmann y Rodrigo. Con un 4-3-3 ofensivo que de salida tiraba a Correa a la derecha, Lemar a la izquierda y de 9 Kalinic que haría el primer gol a los 12 minutos de iniciado el encuentro al aprovechar un balón profundo de Godín, pero antes del descanso el Girona lograba poner el empate a uno con un trallazo de Valery.
El resultado momentáneo mandaba la eliminatoria a la prórroga, pero Stuani, que no se cansa de meter goles, adelantó a los de Eusebio obligando al Atlético a anotar dos goles más si quería clasificarse, porque el empate a dos ni siquiera le valía.
Correa tardó solo seis minutos en equilibrar la balanza, y Griezmann llevó el delirio a las gradas del coliseo rojiblanco en el minuto 84. El gol parecía definitivo, pero el Girona solo estaba a un tanto de volver a poner al Atlético en la calle. Y así acabó ocurriendo, porque Doumbia, en el minuto 88, asaltaba la banca en el Wanda Metropolitano y mandaba a casa al equipo de Diego Pablo Simeone, convirtiéndose en su auténtica bestia negra, a la que no han podido ganar desde que ascendiera a Primera División, sumando cinco empates.
El Cholo luego de su eliminación dejó unas palabras para enmarcar. “A la gente le digo lo que vieron; un equipo que siempre quiso ganar el partido, que no perdió y desgraciadamente el empate a goles nos dejó afuera. Siempre digo que se juega a veces bien y no se pasa. Yo prefiero jugar mal y pasar siempre. Eso no tengo ninguna duda”. Con su singular estilo se despide de la primera competición.