… Si es que alguna vez lo fue, claro.
“Harry Kane se lesionó los ligamentos del tobillo y será baja hasta marzo”, es lo que leemos todos.
“Harry Kane se lesionó, Son se fue a jugar la Copa Asia, perderemos ante el Dortmund en la Champions League, volveremos a fracasar en la Premier, Pochettino se irá al Manchester United y siempre seremos unos mediocres”, es lo que piensa el fanático del Tottenham.
Todo cambia según la óptica de la cual se observe.
No obstante, la baja del delantero inglés es terrorífica desde cualquier punto en el que se mire. Es el fin de la competitividad del Tottenham, porque Son tampoco estará.
¿Llorente y Lucas Moura? Mmmm… Buena dupla para ir a luchar por la Championship.
Pochettino en este momento podría estar al borde de un colapso. Alguna pequeña luz se pudiese estar viendo al final del túnel.
¡El mercado de transferencias!
Una gran solución, si el Tottenham no fuese un enemigo de ellos. Tal vez ellos confían en la fidelidad de los futbolistas.
Yo confío más en la fidelidad de Wanda Nara, a decir verdad.
La única manera de que los Spurs puedan seguir compitiendo -o al menos intentándolo- es ir por refuerzos. Y refuerzos que rindan de manera automática.
Es decir, ingleses o de la Premier League. El universo se achica.
De seguir con la extraña filosofía que ha venido guiando al club, probablemente estemos ante otra temporada muy Tottenham. Sin títulos, intentando competir, pero sin conseguir nada destacado.
O nada que la gente recuerde en unos años, por ejemplo.
Quedan pocos días y el tiempo no se detiene. La decisión, cual sea que se tome, tendría que ser rápida.
¿Por qué? El mercado cierra junto con enero.
Quizá traicionar su ilógica filosofía signifique cambiar su insípida historia. Y esto es cierto que nadie lo ve con malos ojos.