El Real Madrid se lleva los 3 puntos de su encuentro contra un inofensivo Rayo Vallecano, acompañado de más pitos de los hinchas, los que no se fueron antes de que terminara el partido. El equipo blanco esta mostrando un juego muy gris, aburrido y fastidioso que hace que los fanáticos abandonen el estadio antes del fin del encuentro.
El inicio del juego no anunciaba los apuros del final. Hizo bien el Real Madrid en entrar al partido enchufado, dominando cada aspecto del juego, después del tortazo frente al CSKA, los fanáticos no estaban para tonterías de arrancar fríos.
Benzema luego de 2 partidos típicos de él, tímido y escondido, marcó los tiempos en ataque de un Real Madrid falto de revoluciones y abrió el marcador al minuto 13´, luego de controlar por la izquierda, cambió a la otra banda para Lucas, que esperó a la diagonal del francés y le filtró el pase en el momento justo. Karim controló y resolvió con sencillez, como si no le costaran los goles.
Hasta el momento todo era una fiesta en el Bernabéu, el equipo ganaba y jugaba bien, pero se fue diluyendo al pasar del tiempo y los fallos de Asensio frente al portero del Rayo no ayudaron a una grada muy sensible.
El mallorquino perdió 2 oportunidades claras para ampliar la ventaja y fue el primer cambio de Solari, casi igual de molesto con Asensio como con Isco que ni siquiera salió del banco a calentar.
Las malas noticias no solo están en el juego, si no también en las lesiones. Asensio y Benzema salieron tocados y se unen a Bale. El final del partido era una angustia para los madridistas, daba la sensación caería otro jugador o el Rayo empataría y lo último no ocurrió de milagro, gracias al cuerpo de Courtois que sacó dos remates a quemarropa de Alex Alegría y Velázquez. Al menos en eso ha ganado el equipo blanco. El belga sí que está inspirado.